martes, octubre 21, 2008

Dolor silencioso


Para una buena amiga que come y duerme mal desde hace unas semanas.

Existe un trágico acontecimiento que muchas mujeres padecen en silencio, sin asociaciones que las respalden, ni marchas ni listones para reconocer su dolor. Me refiero a los abortos involuntarios. Será fácil para una mujer adulta con hijos decirles, sí, yo tuve dos que tres miscarriages y luego nació Pedrito bien sano. Creo que la mayor parte de la gente no ve que una fausse couche no es un suceso puntual, sino una larga pena que va desde el momento en que la mujer presiente que algo no va bien, hasta el día en que por fin pueda tener un hijo sano o en caso contrario hasta su muerte. Todo ese tiempo pasará por una tormenta de sentimientos encontrados, desde la culpa de no haber tomado todas las precauciones requeridas hasta sentirse incompleta e impotente ante la injusticia de no poder ir más allá con sus sueños. Como hombre no puedo ir muy lejos con la empatía, pero puedo ofrecer esperanza, toda la que sea necesaria.