domingo, octubre 19, 2008

Tácticas y estrategias subastiles

Las subastas en línea son una forma divertida e inteligente de hacerse de buena tecnología a precios accesibles. Muchos años de comprar y vender en ebay y otros sitios del estilo me han hecho adquirir algunas astucias claves que hoy se me antoja compartir para que no anden pepineando con comportamientos inútiles y terminen por perder el objeto que les interesa. Lo primero que hay que hacer en cuanto detectamos un objeto que nos interesa y que podría salir a un precio que tengamos ganas de pagar es ser muy discretos. Las mejores oportunidades suelen darse cuando encontramos por suerte objetos en que el vendedor escribió el nombre con un error o lo clasificó mal, y eso hace que los interesados en ese modelo particular (que puede ser desde una cámara reflex o un teléfono hasta una moto) no lo verán en los resultados de sus búsquedas. Ni el vendedor ni los otros interesados deben saber que alguien anda merodeando. Por ello, a menos que sea indispensable, no hay que andar de preguntones ni aumentando el contador de visitas porque un buen vendedor se fija en eso y lo toma en cuenta más adelante. La discreción debe ser tal que nos debe llevar a la regla número dos: no hacer una puja más que en el mero último minuto antes de que termine la subasta. No exagero, el buen comprador aparece tan sólo unos segundos antes de que termine, justo como para dejar llorando al que tenía el precio ganador puesto que ya no tendrá tiempo de revirar. Ebay tiene un sistema muy práctico en el que uno puede proponer un precio tope, pero este no será necesariamente el que pagaremos puesto que el sistema solo propondrá un euro o dolar más que el ganador actual. Eso nos lleva a la siguiente regla: no poner ni menos ni más que el precio máximo por el que nos sentiríamos satisfechos de ganar el objeto. Esto quiere decir que si hay un revire automático no tengamos la tentación de aprovechar los últimos 5 segundos para proponer un nuevo precio, pero sobre todo tampoco debe ser tan alto como para que nos duela tener que pagar nuestro propio precio tope si es que la subasta subió hasta él. Por último, una subasta no se gana hasta que tenemos el objeto en casa, así que no se emocionen de más si consiguieron una moto a mitad del precio en que suelen venderse. En esos casos la reacción típica del vendedor es no entregarla, aunque eso implique que lo medio insultes al calificarlo negativamente y le quites un punto de confianza. Los vendedores colmilludos encuentran formas de recuperarse o disimular esas malas notas, como pueden ser muchas ventas chafas (revistas, dvds, libros) con calificación positiva para que la tuya se medio pierda. Bonnes enchères !