sábado, noviembre 17, 2007

paseo por tierra de muertos




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martes, noviembre 13, 2007

De supuestos manipuleos y oídos sordos


El día de hoy alrededor de 27000 estudiantes participaron en más de 40 asambleas generales en Francia para decidir sobre las acciones que buscarán impedir las diferentes reformas institucionales, educativas, laborales y sociales propuestas por el presidente Sarkozy y sus ministros. Tras arduas discusiones, las sesiones de votos abiertos condujeron al bloqueo, total o parcial, de 20 universidades (Metz, Brest, Amiens, Paris VIII, Bordeaux III, Lille I, Lille III, Toulouse II-le Mirail, Montpellier III, Caen, Nantes, Tours, Pau, Limoges, Paris I-Tolbiac, Lyon II entre otras). Un argumento común entre los no involucrados en el movimiento es el mismo que durante siglos ha sido presentado ante cualquier movimiento de insurrección : hay una gran manipulación, especialmente dirigida hacia los jóvenes inconscientes de sus actos y deseosos de relajo ! Cada que escucho ese argumento me quedo anonadado... es casi tan grave como aquel que dice que los pobres son pobres porque quieren. A partir de mañana mismo (generalización de huelgas y primeras grandes manifestaciones) saldré a recorrer las calles, los debates de café, los mítines en plazas, cafés y anfiteatros; mi único propósito sera de probar a través de imágenes de miradas, de expresiones corporales, de presencia y temple, que los universitarios, aún esos que apenas pasan la mayoría de edad, no son unos retrazados mentales que van a agarrarse a golpes con la policía únicamente porque quieren tener su propio 'mai 68' para después poder contar que estuvieron allí. Cada uno de los argumentos de los grupos involucrados merece ser escuchado, debatido e integrado en los análisis académicos, de la iniciativa privada, y por supuesto al interior de los despachos ministeriales. La juventud de hoy no está menos informada ni es intelectualmente más perezosa que la de ayer; al contrario, las nuevas formas de difusión permiten una mayor transparencia en la organización de la revuelta, tanto en el fondo como en la forma. Los oídos sordos del ala conservadora no conseguirán más que atizar la mecha y eventualmente conducir a una espiral de violencia, de la cual será el principal responsable.

Todo París



La ciudad completa en el archivo original, disponible aquí (full size, 3.4 Mb)

miércoles, noviembre 07, 2007

de Solana y Piazzola, interpreta Tamango


Vuelvo al Sur,
como se vuelve siempre al amor,
vuelvo a vos,
con mi deseo, con mi temor.
Llevo el Sur,
como un destino del corazon,
soy del Sur,
como los aires del bandoneon.
Sueño el Sur,
inmensa luna, cielo al reves,
busco el Sur,
el tiempo abierto, y su despues.
Quiero al Sur,
su buena gente, su dignidad,
siento el Sur,
como tu cuerpo en la intimidad.
Te quiero Sur,
Sur, te quiero.
Vuelvo al Sur,
como se vuelve siempre al amor,
vuelvo a vos,
con mi deseo, con mi temor.
Quiero al Sur,
su buena gente, su dignidad,
siento el Sur,
como tu cuerpo en la intimidad.
Vuelvo al Sur,
llevo el Sur,
te quiero Sur,
te quiero Sur...

martes, noviembre 06, 2007

Paris, je t'aime ?








sábado, noviembre 03, 2007

Bonsai y cultura japonesa




viernes, noviembre 02, 2007

La Francia de Vichy

Entro al consultorio y el médico me invita a sentarme para mirar juntos la radiografía de mi torax. Sin querer provocar, dejo sobre el escritorio el libro que estoy por terminar; enseguida llama su atención y su forma de gesticular lentamente mientras lo hojea me da a entender que está escandalizado por lo que tiene entre las manos. ¿Un americano que da su opinión sobre la ocupación nazi? Me parece el inicio de una plática divertida y contesto, un poco arrogante, que en 1968, nadie antes de él se había atrevido a investigar seriamente sobre el funcionamiento de la administración francesa durante la segunda guerra mundial. Quiere pasar al ataque y no sabe por donde. Busca algo en la contraportada, en la bibliografía, en el prólogo, y se da por vencido; regresa a mi expediente. Vichy es una estación balnearia en el sur de Francia que será por siempre conocida como la sede del gobierno de extrema derecha durante los cuatro años de ocupación alemana. En cuanto el médico llega en mi ficha a la mención postdoctorante del Instituto de Estudios Políticos de París no puede resistir volver a la cuestión y me obliga a profundizar... ¿Y qué opina de Pétain ? En su pregunta leo las ganas que tiene de defender su posición de conservador ante un ataque mal fundado, pero no le doy el gusto; a final de cuentas yo sólo quiero mi certificado médico para presentarlo en la Prefectura y obtener mi nuevo título en calidad de científico que solicité desde hace más de tres meses que me doctoré. Le respondo de forma objetiva, Paxton reconoce que a pesar que el Mariscal Pétain se mantuvo como un icono popular durante casi todo su mandato -en su calidad de héroe de la guerra de 1914-1918, recibió el poder casi sin buscarlo-, el pueblo francés sólo en un inicio se mostró favorable a su administración y a las reformas sociales que salvarían al país tanto de las bombas alemanas como de la amenaza comunista. Los gobiernos socialistas que precedieron la invasión eran considerados responsables de la decadencia social que había debilitado tanto al país -modernidad y capitalismo desenfrenado, pérdida de valores que se traducían en familias menos numerosas y una educación deficiente. El trabajo, la burocracia, la prensa, todo era digno de una revisión minuciosa para acabar con la amenaza bolchevique, y de pasada integrar rápidamente el nuevo orden europeo que se instauraría en cuanto los ingleses perdieran ante la invasión alemana. Más de 30 ministros desfilaron durante los 47 meses de ocupación, sin saber a ciencia cierta si la orden de las salidas y llegadas venía de Alemania o de una política interna que buscaba mantenerse en coherencia con una realidad muy ambigua. Para frustración del Mariscal, Hitler nunca aceptó las propuestas de colaboración militar que Francia le hizo llegar de forma recurrente. A pesar de que los ministros del gobierno de Vichy no dudaron en resistir militarmente y de forma tenaz los avances ingleses en sus colonias en África y en Medio Oriente, Hitler no había reservado un lugar privilegiado para los franceses en la Nueva Europa y como incluso había prometido a Mussolini una expansión colonial importante para Italia en detrimento de Francia, este último nunca fue considerado como un aliado alemán. En resumen, de la ocupación el Fürer no solicitó más colaboración que las cantidades enormes de dinero que el régimen nazi extraía de los países ocupados, la cooperación para transportar a los judíos y la supresión de todo movimiento de resistencia. El doctor me interrumpe para decirme que desde hace más de veinte años trabaja para una de las pocas ciudades a las afueras de París donde los comunistas aún tienen el poder, y que simplemente son muy malos gobernantes. Que los muchos pacientes de Europa del Este que ve pasar todo el tiempo están de acuerdo en que el comunismo no le hizo ningún bien a sus países. Qué al final de cuentas los historiadores deberían ser más severos con el comunismo que con los gobiernos de extrema derecha que tanto han denigrado. Le contesto que el comunismo, como ideología, ha sido suficientemente criticado y que los movimientos de extrema derecha son más preocupantes y dignos de análisis dado que son nuevamente una realidad política. En ese momento los dos nos damos cuenta que la conversación será larga y delicada, poco importan los más de diez pacientes que esperan del otro lado de la puerta para que sus radiografías sean examinadas. Acabamos de tocar puntos muy sensibles para los dos y no hay salida fácil. Paso al ataque hablando de las razones de la transferencia de votos de los simpatizantes del Frente Nacional de Le Pen hacia el presidente actual, de las similitudes entre los discursos de los gobiernos fascistas europeos del siglo veinte y el llamado a la disciplina de Sarkozy, la discriminación de los extranjeros, la creación del Ministerio de la Identidad Nacional, las reformas al sistema universitario, la censura de los medios y la protección que el ejecutivo ofrece a los industriales influyentes. En ese momento la enfermera interrumpe para explicar que los otros doctores ya se fueron y que todos los pacientes deberán pasar con él. En treinta segundos me toma la presión mientras me explica que estudió una maestría en historia en la Sorbona y que algunos de sus profesores habían sido muy criticados por haber defendido la administración de Vichy, pero él personalmente los encontraba dignos de mucho respeto y admiración. Salgo de la consulta pensado que la extrema derecha necesita para sobrevivir, más que cualquier otra ideología, militantes muy carismáticos... y desgraciadamente los ha encontrado.