miércoles, febrero 13, 2008

Neuilly sitiada por los lobos, o de cómo los Sarkozy no conocen de lealtades

En entrevista con los medios, la cantante y modelo italiana Carla Bruni - nueva primera dama francesa-, se permitió comparar al sitio internet de nouvelobs (en referencia a la publicación del sms con el cual el presidente intentó recuperar a su ex esposa) con los denunciantes de judíos durante la ocupación nazi ! En respuesta, el director del periódico juzgó tal comentario de imbécil; no era para menos. Horas después Carlita se disculpó por su torpeza. Falta ver lo que deciden los tribunales pues el proceso penal sigue en curso. Por el momento, y en particular desde este último y candente fin de semana, toda la atención política francesa está centrada en Neuilly, tierra de los Sarkozy y una de las comunidades más adineradas del país (el presidente fue alcalde de ese lugar de 1983 a 2004, y ahí estableció buena parte de sus vínculos con la jetset francesa). Traiciones, golpes bajos, enredos de familias políticas y de sangre, espectáculos callejeros, ni los guionistas de películas de mafiosos se las ingenian para elaborar un tal caos político. En octubre pasado, aún casado con Cecilia, Nicolas Sarkozy nombró a su vocero David Martinon, un amigo y protegido de ésta última, como candidato a la alcaldía de Neuilly. Martinon(-,non,non!) resultó un desastre. Falto de tacto y de carisma, se permitió tratar de "viejos" a los no tan jovenes habitantes de la ciudad, lo cual podría haber pasado en cualquier otro lugar, pero no ahí dónde dichos no-jóvenes tienen mucho, pero mucho dinero. Total que Jean, el hijo de 21 años del presidente, estudiante? de teatro, es enviado para fortalecer la campaña de David. Ah, pero resulta que Jean nunca quiso a su madrastra Cecilia, a quien califica de "malvada" y a quién considera lo había alejado de su padre a quien tanto admira. Pues una vez la separación consolidada, supongo que Jean decidió que David ya no tenía quien lo defendiera, y este fin de semana le organizó un "putsch" al pobre David, quien en cuestión de unas horas, y a menos de un mes de las elecciones, fue despojado de su candidatura. Por un niño ! Si, fue Jean quien firmó un email público explicando su ruptura con la campaña de David, basando su maniobra en que algún sondaje daba por perdedor a Martinon (40%) frente a Fromantin (45%), el candidato de centro-derecha. Se me antoja explicar que las traiciones no son raras en la familia Sarkozy. En 1995 Jacques Chirac, quien había adoptado políticamente al pequeño Nicolás cuando este tenía apenas la edad que tiene ahora Jean, fue traicionado por este(y por varios otros de sus amigos de toda la vida) en medio de su campaña por la presidencia de la república. Nicolás pasó de ser un muy cercano de Chirac, a su enemigo político, iniciando una fuerte campaña de denuncia por corrupción y malos manejos de recursos para favorecer la campaña del que fue amigo de treinta años de Chirac, Edouard Balladur (dicen por ahí que Jacques nunca se repuso totalmente de ese que fue el golpe más bajo que recibió en su larga carrera política). La derrota de Balladur le costó a Nicolás casi diez años de trabas políticas, de las que no se libró por completo hasta hace un par de años en que por fín logró despojar al primer ministro y candidato chiraquista, Dominique de Villepin, de sus aspiraciones presidenciales. Pero los villepinistas siguen por ahi, en espera de errores de Sarkozy para recuperar el terreno político perdido. La prueba, una vez Martinon fuera de la jugada en Neuilly, un gran número de miembros del partido del presidente, el UMP, rehusaron apoyar al hijo de éste (que cómo vamos a votar por un chamaco!). Es el candidato de centro-derecha (el que iba arriba del del UMP en las encuestas) quien es ahora sostenido por el UMP! Pero... -por supuesto que no podía acabar ahí la historia-, Teullé, uno de los que le ayudó a Jean a derrocar a Martinon, se autonombró ayer candidato del UMP a la alcaldía de Neuilly. El presidente tiene que resolver todo esto antes de que, como reguero de polvora, toda la derecha del país empiece a alzar la voz. Muy tarde, los villepinistas no dejaron pasar la oportunidad y críticas de lo más severas están lloviendo sobre la presidencia, lo cual está acabando de hundirlo en las encuestas sobre su popularidad : ya son menos de 36% de los franceses los que lo aprueban. Ser de derecha es una cosa, es una visión política respetable, sobre todo si es la mayoría de un país la que coincide en la forma de manejar el Estado. Pero mezclar las luchas por el poder con los melodramas familiares, combinada con el sacrificio de lealtades es, a mi parecer, bastante bajo.