Crisis energética y calentamiento global

La emisión de CO2 a nivel global se ha acelerado esta última década. Durante los años 80 y 90 el aumento anual promedio era de 1%; a partir del año 2000 dicho aumento es de 3%. La expansión económica de China y de la India explica una parte considerable de las emisiones actuales.
La economía china está basada en la utilización intensiva de recursos energéticos fósiles. Las minas de carbón son el principal de ellos, y su uso para la generación de electricidad es una de las principales causas del aumento de gases a efecto invernadero. El gobierno chino ha sistemáticamente rehusado, al igual que el gobierno americano, a un compromiso preciso de limitar la emisión de gases responsables de la crisis de medio ambiente que el planeta enfrentará durante los próximos años.
Brazil ha adoptado una postura similar a la china y a la americana negando todo acuerdo que limite la explotación de sus recursos naturales. El caso brasileño es diferente en la forma pero con consecuencias idénticas : la deforestación de la selva de Amazonas, impedirá que dicha región juegue su rol de absorción de CO2, disminyendo su capacidad de estabilizar la cantidad de gases carbónicos presentes en la atmósfera. El argumento de China y de la India está basado en la defensa de una oportunidad para los países en vías de desarrollo de hacer crecer sus economías de la misma manera que los países desarrollados lo hicieron en el pasado.
Los organismos internacionales no han podido imponer las reglas necesarias de respeto al medio ambiente ni a los países desarrollados (por ejemplo, Estados Unidos y Australia no firmaron el protocólo de Kyoto), ni a los países en vías de desarrollo (China y Brasil entre muchos otros).
El calentamiento global no un problema cuyos efectos aparecerán en el largo plazo. Al contrario, desde ahora, y sobre todo en cuestión de unos pocos años, los efectos sobre el planeta serán devastadores e irreversibles. Sequías para algunos, inundaciones para otros, pérdida de biodiversidad, plagas, hambruna, ciclones y maremotos amplificados, grandes migraciones humanas y animales incontrolables, conflictos bélicos locales y regionales ligados a la explotación del agua, tierras cultivables y otros recursos raros. Las fuentes de energía sustentables implican inversiones importantes que deberán ser compartidas por todos los países del mundo. El costo de no actuar a tiempo sería infinitamente elevado.