jueves, mayo 20, 2010

Beneficios de vivir sin coche

Vivir sin coche propio es un estilo de vida muy plausible por su alta responsabilidad social, que además incluye beneficios individuales significativos en lo financiero, la salud y la calidad de vida.

Al desprenderte de tu coche puedes disminuir tus deudas y crear oportunidades de ahorro; de esta manera podrás invertir el dinero que ganas con tu trabajo en algo que valga más que conducir un automóvil.

Para estimar el costo de tener un automóvil, además de la reducción en tus ingresos que implica financiarlo, hay que añadir el costo del seguro contra accidentes, el consumo de gasolina, servicios, refacciones, tenencia, estacionamientos, peajes, depreciación,… probablemente termines por darte cuenta que trabajas para poder conducir.

Cada año mueren más de 1.2 millones de personas en el mundo por accidentes de tránsito y 11 millones resultan gravemente heridos.

Al caminar tienes la oportunidad de observar tu entorno y de reflexionar sobre tus asuntos relevantes de forma relajada; en contraste, conducir en una ciudad produce ansiedad y frustración.

Del lado de la salud, caminar, andar en bicicleta, patines, trotineta o en otros vehículos sin motor no sólo te permiten conservar tu condición física y aumentar tu esperanza de vida, sino también son divertidos y generan poco estrés.

En cuestión de entretenimiento, conducir un auto es poco interesante como deporte de sensación dado que la relación adrenalina/riesgo es muy baja comparada con escalar, bucear e incluso echarse de un avión con un paracaídas.

Los automóviles arrojan cada año 300 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Cada coche lo equivalente a su propio peso. Esto acelerará el calentamiento global y tendrá consecuencias desastrosas en el medio ambiente.

Dejar de conducir significará un cambio significativo en tu huella ambiental, es decir, en la parte que te corresponde de responsabilidad para conservar el planeta en condiciones habitables.

En Estados Unidos, los coches ocupan el 40% del espacio urbano, 3 veces más que el destinado para que la gente viva. Al vender tu coche, probablemente tu casa crecerá lo equivalente a una habitación más, lo cual podrás acondicionar como lugar de esparcimiento.

Un estilo de vida más local te permite descubrir espacios de convivencia. Por ejemplo, realizas tus compras en los comercios a tu alrededor o en su defecto por Internet.

De igual forma, acudes al cine o al restaurante en bicicleta y descubres lo sencillo que es estacionarse, así como recuperar tu vehículo al salir.

La seguridad en tu barrio aumentará en la medida que, en común acuerdo con los vecinos, soliciten y consigan dedicar calles exclusivas para peatones.

La era del “dime qué manejas y te diré quién eres” quedó atrás. Serás mucho más respetado por tus conocidos cuando se enteren el por qué decidiste desprenderte de tu automóvil.

Empieza hoy:

Comparte un coche y divide gastos con vecinos, colegas o personas que realicen las mismas actividades o hagan trayectos similares al tuyo.

Traza nuevas rutas y destinos: realiza las mismas actividades en lugares más cercanos a tu casa o trabajo, de manera que puedas trasladarte a pie, en bicicleta o en transporte público.

Para las ocasiones en que sea difícil moverse por otros medios, la renta de un auto es más sencilla y económica de lo que parece.

Si tu estado físico te impide caminar o andar en bicicleta, considera adquirir un mini-auto (2 plazas).

Si recorres distancias muy grandes de forma frecuente, considera un cambio de domicilio.

Tu salud, tu bolsillo, tu familia y el planeta te lo agradecerán.

miércoles, mayo 12, 2010

Ciudad de México, 1850

Balance del agua en la cuenca del Valle de México en M3/segundo (CONAGUA)

Mancha urbana y lagos de Texcoco, Xochimilco y Chalco. Comparativo 1929 vs 2000

Fotografía tomada desde un globo aerostático, 1850.